Una educación a partir de experiencias

Judith Morán

Romper con las ataduras ideológicas, económicas y sociales es la invitación que José Morales Orozco, SJ, rector del ITESO, hizo a los alumnos de nuevo ingreso de licenciatura que comienzan sus estudios este semestre.

La educación impartida en las instituciones confiadas a la Compañía de Jesús no se traduce en reglas o doctrinas, sino a partir de la experiencia personal, destacó el Rector en su mensaje, el cual fue leído por Gisel Hernández, directora General Académica, en la bienvenida a los alumnos el pasado 15 de enero.

El modelo educativo del ITESO pretende que los estudiantes logren relaciones fundadas en el diálogo, la confianza y la transparencia para llegar a acuerdos que incluyan las necesidades de México, un país necesitado de de justicia, igualdad, paz y fraternidad, a decir del Rector.

Durante la bienvenida, que se llevó a cabo en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, también se presentó la oferta de actividades a las que pueden sumarse los alumnos a través de los centros de la Dirección de Integración Comunitaria (DIC) como el Universitario Ignaciano, el de Investigación y Formación Social, Promoción Cultural y Educación Física y Salud Integral.

Dirigentes que trabajen por el bien común

Un espacio que permita imaginar nuevas maneras de resolver problemas e innovar para transformar a la sociedad es lo que se busca en los Posgrados del ITESO, señaló Catalina Morfín, coordinadora de Investigación y Posgrado (CIP) de la universidad, ante los estudiantes que comienzan sus cursos de maestría o doctorado en la Universidad Jesuita de Guadalajara.

Aproximadamente tres mil personas en México obtienen el grado de doctor cada año, en Brasil la cifra se duplica y en España o Corea el número de personas que se gradúan de algún doctorado es siete veces mayor.

"Esa decisión (estudiar un posgrado) los convierte en lo que el comunicador y filósofo colombiano Bernardo Toro llamaría una élite: aquellas personas o grupo que, con su actuación o decisión, pueden modificar un modo de pensar, sentir o actuar de una sociedad", dijo.

Morfín explicó que si la élite trabaja por el bien común se convierte en una clase dirigente o, por el contrario, puede utilizar la influencia que tiene para producir inequidad, y eso la convertiría en una clase dominante.

Durante la bienvenida a la nueva generación de los estudiantes de posgrados, celebrada el 14 de enero en el Auditorio Pedro Arrupe, Morfín recordó que desde las universidades confiadas a la Compañía de Jesús se busca formar dirigentes cuyo liderazgo sea acorde con la espiritualidad ignaciana, es decir, más colectivo que individual.